Los orígenes del escocismo

El relato Medieval nace el 26 de diciembre de 1736, de la autoría de un católico escocés que había emigrado a Francia por motivos de persecución política. Sustituye el origen del mito artesanal de los canteros medievales, por el caballeresco evocando a los cruzados.

Este giro narrativo tiene un trasfondo político, Ramsay había presentado este texto al Cardenal del Rey Luis XV, que había prohibido las reuniones de las logias que estaban empezando a ser importantes y despertaron sospechas y suspicacias.
Ramsay suplico al Monarca tolerancia y protección y decía que la masonería como los caballeros de San Juan estaban dedicados a la protección de la fé y al servicio de la religión.

En el imaginario, se crea una nueva tradición y la idea se populariza. Se retomaron ideas como la de que después de la destrucción de la orden del temple, algunos templarios, llegaron a Escocia, uniéndose a los masones operativos, sobreviviendo en secreto por 400 años, aunque no existe un solo hecho histórico o documento para sustentar esa afirmación.

Algunas diferencias entre maestros del Gran Oriente de Francia son el detonante que en 1778 conforma el Rito de Heredom o de Perfección y que en 1758 establece el Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente, la Gran Logia de Escocia se reservara la jurisdicción sobre solamente los grados simbólicos.
Muchos nobles se incorporan al “escocismo” entre ellos Federico II de Prusia de donde se desprende la leyenda de su patronazgo.

La realidad es que la leyenda de los templarios fue inventada hacia 1750, haciendo su aparición en un ritual masónico, una versión antigua del grado del Caballero Kadosh.
Es partir de ese momento, que las diferentes vertientes del escocismo se empiezan a conformar, siendo la principal la del rito francés de 25 grados, es probable que haya una gran influencia de otras tradiciones místicas europeas.

Esta vertiente expide una carta a uno de los suyos el 27 de agosto de 1761, este hermano marchó a Santo Domingo en Dominicana. De origen Judío, Stephen Morín, llevando consigo la famosa patente de Gran Inspector Diputado, para extender en América la Masonería de Perfección, se trasladó posteriormente al sur de los Estados Unidos, en Charleston, Virginia. En 1797 el y otros hermanos de origen judío agregan a este rito 8 grados, bajo la carta de Federico II de Prusia, dando origen a la leyenda.

En 1761 los consejos de grados superiores de Estocolmo, otorgan el patronazgo del rito a Federico II, con el título de Soberano Gran Inspector General e Ilustre Comendador en Jefe de la Orden de Sublimes y Valientes Príncipes del real Secreto, reconociéndose la jefatura del Rito Escocés. En 1725 se promulgan las constituciones y 1786, a las diferentes vertientes escocesas las unifica aceptando los 33 grados de perfección actuales.

El 31 de Mayo 1801 en cumplimiento a la última orden de Federico II de Prusia se establece en Charleston, Virginia, en los Estados Unidos, el primer Supremo Consejo, bajo el liderazgo de John Mitchell, creándose así el primer Supremo Consejo de Soberanos Grandes Inspectores Generales del Trigésimo Tercer y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, denominándose Supremo Consejo para la Jurisdicción Sur de los estados Unidos de América.

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